La psicología del deporte es la rama de la psicología que estudia los procesos psicológicos y la conducta de la persona durante la actividad deportiva. Desde la psicología del deporte podemos identificar, comprender y optimizar las condiciones internas (variables de la personalidad, habilidades clave) para contribuir a mejorar el rendimiento deportivo.
Estamos dentro de Ergodinámica Clínica, un espacio único en Barcelona donde hay un grupo multidisciplinar de profesionales de primera línea (medicina del deporte, traumatología, fisioterapia, podología, entrenadores personales, entre otras) al servicio de los deportistas para ayudarlos a obtener los mejores resultados.
En nuestro equipo, trabajamos pactando objetivos concretos con el deportista en relación a varias áreas clave donde el psicólogo del deporte puede intervenir para mejorar el rendimiento. Algunos de estos aspectos son los siguientes:
Autoconocimiento. Es fundamental poder ayudar al deportista a conocer las principales variables de su personalidad, los puntos fuertes y los débiles para poder maximizar aquellos aspectos positivos y favorecer la actitud en el entrenamiento y la competición que mejoren el rendimiento y, sobre todo, hacer cambios en los aspectos de la personalidad que puedan ser una dificultad añadida.
Concentración. La capacidad de focalizar la atención en determinados momentos de la práctica deportiva es básica y se puede entrenar. En este sentido, las técnicas de visualización que utilizamos juntamente con técnicas novedosas y científicamente contrastadas como el EMDR, son muy útiles.
Motivación. Hay que trabajar con el deportista ayudándolo a marcarse objetivos concretos, la capacidad de autorreforzar las mejoras obtenidas y retroalimentar la capacidad de esfuerzo constante sin dejar de disfrutar de lo que hace.
Gestión del estrés. A menudo en los entrenamientos las cosas pueden ir bien, pero a medida que se acercan fechas importantes a nivel competitivo, puede ser que la angustia juegue malas pasadas y que disminuya significativamente el rendimiento. Tener un buen nivel de autoconfianza y de inteligencia emocional (aprender a identificar, entender y controlar las propias emociones y las de los demás) son habilidades que pueden marcar la diferencia a la hora de conseguir resultados brillantes.
Dentro del programa de gestión del estrés contamos con técnicas de biofeedback muy útiles y prácticas en estos casos. El biofeedback es una técnica que permite controlar las funciones fisiológicas del organismo. Así es posible que una persona pueda tomar conciencia de la frecuencia cardiaca, la presión arterial o la conductancia de la piel: todos ellos parámetros que escapan a la conciencia y que el hecho de aprender a controlarlos nos ayuda mucho a tener a raya la ansiedad y el estrés.
Comunicación. El deportista, tanto en deportes individuales como en los que son de equipo, siempre estará rodeado de personas. Las dificultades de comunicación suelen provocar conflictos que se enquistan y éstos pueden tener importantes consecuencias en la motivación, por ejemplo. Cuidar este aspecto es necesario.
En nuestro equipo, trabajamos pactando objetivos concretos con el deportista en relación a varias áreas clave donde el psicólogo del deporte puede intervenir para mejorar el rendimiento.