Ser yo contigo – El mundo de la pareja -1-
Un día, te descubres con el corazón en un puño, el estómago hecho un nudo y una pena en el pecho que se va también apoderando de tu garganta, poco a poco, como si tuviera una pelota oprimiéndola y que necesitara explotar. Ahora, la comida, los amigos, las aficiones y el resto de cosas en general dejan de tener valor, y recuerdas que también dejaste de darle valor a todo un tiempo atrás, pero el sentimiento era opuesto, estabas enamorado/a, obsesionado/a, ilusionado/a. Ahora, todo acabó y la soledad te recuerda que lo que ocurrió fue real y ya no es.
Y es que el Instituto Nacional de estadística (INE), apunta que la tasa de nulidades, separaciones y divorcios, durante el año 2012 fue de 110.764. (solamente los datos registrados)
Mantener una satisfactoria vida de pareja, no depende del azar, pero ¿Qué sucede en este mundo de dos para que a veces se mantenga, en el mejor de los casos por lo que llamamos AMOR y otras, se termine de un modo más o menos dramático o injusto, y casi siempre, con un poco de ODIO a sobrellevar?.
El enamoramiento no es amor
Lo llaman a modo popular «La química del amor», y los expertos no lo corrigen, pues tan química es la razón por la que nos sentimos atraídos por alguien, como poco azarosa. Y es que precisamente le debemos la locura del enamoramiento a un tipo de anfetamina que nuestro cuerpo produce, la feniletilamina (FEA). Cuando esta sustancia inunda nuestro cerebro, este segrega neurotransmisores, la dopamina (implicado en los mecanismos de refuerzo del cerebro, que nos hace capaces de sentir deseo y repetir aquello que nos da placer), la norepinefrina y la oxitocina (que entre muchas otras funciones son mensajeros químicos del deseo sexual).
Cuando esto sucede, se esperan largos meses de trastorno mental asegurado, en el que desarrollamos auténticas obsesiones, paranoias e incluso estados bipolares, deseamos estar con el otro y tenemos totalmente inhibido el juicio sobre él, no podemos dejar de pensar en esa persona y una energía incombustible nos mantiene activos como si el cansancio no existiera.
«No existe escapatoria contra el sentido natural de la atracción»
A.C. Swinburne
Sin embargo, la síntesis de FEA, no puede mantenerse eternamente o de otro modo moriríamos extenuados. Así que de entre a uno a dos años y medio ese estado irá desapareciendo, regresará el juicio sobre el otro, la revalorización de nuestras aficiones, amigos y familiares y el volver a conectar con nuestros sanos intereses más individualistas.
A menudo sucede que aparentemente uno de los dos miembros parece olvidar al otro o estar fallando constantemente, y es así, pues cada miembro de la pareja debe continuar desarrollando su camino individual a la par que el de pareja, si esto no se ha dado, los problemas de comunicación empeoran y la pareja se separa o comienza a comportarse de un modo forzado, evitativo o sacrificante que termina por generar malestar en ambos miembros de la pareja.
Si por el contrario, la explosión de pasión y locura del enamoramiento no ha interferido en evidenciar la complicidad de los amantes, y mantener sus intereses individuales, , entramos en una nueva fase química, la de las endorfinas, una fase de apego, seguridad y confianza, el amor que conlleva la estima, la complicidad, y la construcción de una vida de dos.
«El Amor no es mirarse el uno al otro, sino mirar los dos en la misma dirección»
Antoine de Saint Exupéry
Las siguientes semanas publicaremos los problemas de pareja y el amor que perdura.